EL MUNDO
1
junio 2012
Lunes, martes, miércoles... al sol de
medio lado
La
revista 'NEJM' muestra el efecto de la radiación solar diaria y sin protección.
Un camionero estuvo 28 años recibiendo la luz del sol en un lado de su cara. La
imagen muestra el envejecimiento sufrido debido a una exposición excesiva.
Con el calor llega la temporada de la piscina y la playa, y las horas al sol. Sin embargo, la radiación solar puede, además de broncear la piel, causar quemaduras y un envejecimiento precoz. Como una imagen vale más que mil palabras, la revista 'The New England Journal of Medicine' muestra un caso en el que el efecto dañino del sol es más que evidente: Sólo hay que comparar un lado de la cara con el otro y se encontrarán, en menos de cinco segundos, las diferencias.
En cada número de esta prestigiosa revista médica se publica una sección que se titula: 'Imágenes en Medicina'. Suelen ser imágenes obtenidas con radiografías, TACs o resonancias magnéticas de diferentes tipos de trastornos, como los problemas de la piel, bien primarios o derivados de alguna enfermedad más generalizada.
En un reciente número se publicó esta fotografía que reproducimos ahora. Es la de un varón de 69 años con el lado izquierdo de su cara muy diferente del de su lado derecho. El hombre fue camionero durante 28 años y recibió durante muchas horas diarias la luz del sol por la ventanilla izquierda de su vehículo.
El resultado es un problema que
se conoce como dermatoheliosis unilateral y demuestra el poder de la radiación
ultravioleta para envejecer la piel. Tal y como explican Jennifer R.S. Gordon y Joaquin
C. Brieva, dermatólogos de
Zonas más expuestas
"La crema que es más
efectiva contra el envejecimiento es la que lleva un filtro solar alto",
afirma José Luís López Estebaranz, jefe del servicio
de Dermatología de
Otro problema que da con frecuencia es la nuca romboidal. "Se trata de la aparición de arrugas en rombo, muy profundas, en la zona del cuello", explica.
De ahí, que este dermatólogo insista en llevar una correcta fotoprotección, no sólo con cremas protectoras sino con gorros, gafas y manga larga cuando el sol aprieta. "Y no sólo cuando se va a la piscina o la playa. Hay zonas como el escote o la cara que están expuestas todos los días del año. El mejor ejemplo lo ves en los ancianos, que tienen la piel de las zonas no expuestas al sol, como las nalgas, lisa y elástica, y de apariencia mucho más joven que la del resto del cuerpo", incide López Estebaranz.
Quizás camioneros o aficionados a las cabinas de bronceado se lo piensen un poco más cuando miren la fotografía de este paciente y comprueben lo que puede hacer el sol cuando la exposición es constante y excesiva.